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lunes, 30 de enero de 2012

¿Es cierto? El Barça nos la mete doblada.




Sandro Rosell es una persona que ni olvida ni perdona, y desde hacía bastante tiempo buscaba la forma de torpedear alguna operación del Espanyol, rival de la ciudad que lo dejó en ridículo con el caso 'Baena'. Y vaya si lo ha hecho. Resulta que este verano finaliza el contrato de patrocinio de la camiseta del Espanyol con la empresa china Li-Ning, que paga unos 750.000 euros por temporada, y el conjunto blanquiazul iba como un loco buscando una mejora. Y se produjo el milagro, procedente de Qatar. Porque Qatar Foundation, patrocinador del Barça, controla a través de Qatar Sports Investment (QSI) la empresa de ropa Burrda, que poco a poco se está haciendo un lugar en el fútbol europeo, donde ya viste equipos como el Twente, el Niza o el Leicester, aparte de selecciones como Bélgica y Túnez.

Pues bien, QSI decidió que fuera el Espanyol su equipo en la Liga, y en el mes de mayo puso sobre la mesa 8,4 millones de euros para las próximas seis temporadas, con 1,4 'kilos' por curso y 500.000 euros en material, cifras que duplicaban lo que paga Li-Ning. Y claro, en el Espanyol enloquecieron, viendo como su difícil situación económica podía dar una vuelta, pudiendo fichar mejores jugadores y pagando gran parte de lo que deben por el nuevo Estadio. En cierto modo, el acuerdo con Burrda significaría el paso a un Espanyol con serias opciones de luchar por las posiciones europeas.

El Barça entra en juego
El buen entendimiento entre ambas partes, que se reunieron varias veces para perfilar el acuerdo definitivo, fue tan lejos, que incluso se firmaron unos preacuerdos, sin cifras, que tenían que cerrar durante el mes de enero , situación que llegó a oídos de Sandro Rosell, que decidió destrozarlo todo. El presidente del Barça se puso en contacto personalmente con los mandatarios de Qatar Foundation, para hacerles ver que el importante acuerdo firmado con el FC Barcelona evitaba cualquier acercamiento al Espanyol, gran rival de la ciudad y con quien tiene cuentas pendientes.

Con el preacuerdo ya firmado, Burrda decidió evitar la demanda de la entidad blanquiazul de la siguiente manera: se volvió a reunir con el Espanyol para explicar que por unos reajustes del presupuesto no podían pagar más de 750.000 euros por temporada, una nueva oferta que los de Cornellà-El Prat, totalmente contrariados, no podían aceptar de ninguna manera. El Espanyol, cabizbajo, decidió entonces aceptar una oferta a la baja de Puma, que ni siquiera llegará al millón de euros por temporada, regresando al conjunto blanquiazul a su complicada realidad. Y es que, como ejemplo, sólo hay que ver lo que ha pasado en este mercado de invierno, en que se han escapado delanteros como Lucas Barrios o El Hamdaoui, las primeras piezas de un nuevo Espanyol que Rosell ha golpeado evitando un acuerdo que habría cambiado la cara del gran rival de la ciudad, condenado a seguir luchando en espera de tiempos mejores.

fuente: diario Gol.

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